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2013: El año de los grandes objetivos alcanzados

Hoy, 31 de diciembre de 2013, es un excelente día para hacer un recuento de mi año. Les comentaré sin pena de lo bueno y malo de estos 365 días. Desde un tiempo para acá algunas cosas no me dan vergüenza, creo por la edad.

Lo genial y lo aprendido, sin orden específico:
  • ¡Compramos la morocha por fin!
  • ¡Verdaderamente aprendí que mis acciones y decisiones me hacen libre!
  • Aprendí de la vida de Mandela y lloré su muerte.
  • Aprendí que la sal viene del mar.
  • Compramos el bendito caldero.
  • Confié.
  • Dancé con esencias y aprendí de eso.
  • Di clases por primera vez y resultó ser unas de las mejores experiencias en lo personal y profesional. 
  • Entró a mi vida mi amado Cicerón. ¡Y qué experiencia!
  • Estudié muchísimo y aprendí.
  • Limpié como si el mundo se fuese acabar y Dios fuese entrar a mi casa.
  • Llegué a la recta final de los veinte. Cumplí 29 años.
  • Luego de muchas buenas experiencias, decidí independizarme laboralmente y trabajar por mis metas.
  • Me amé tal y como soy.
  • Me convertí en una Samsung adicta.
  • Me propusieron matrimonio y dije que sí.
  • Me volví castaña.
  • Mi pareja y yo hicimos por fin el crucero por el Caribe que tanto queríamos.
  • Obtuve mi título de especialista en Imagen Corporativa y tuve el honor de recibir la medalla de mi madre.
  • Obtuve mis primeros clientes de manera independiente.
  • Paseamos varios metros con una biblioteca por mi urbanización.
  • Se me hinchó el pecho de orgullo al ver a mi hermano graduarse.
  • Sobrevivía a dos LAN Party en mi casa.
  • Soy una excelente parrillera.
  • Sufrí desde las distancia de los errores de otros, pero eso me dio grandes lecciones.
  • Tengo nuevas amistades. Me encanta ser parte de la vida que aquellas personas de las que sientes admiración.
  • Tuve paciencia, mucha paciencia.
  • Vi a primer familiar irse del país.


Sólo agradezco a mi Padre por todo mi año. Estoy esperando mi 2014.

Las amistades, ese toque de alegría en nuestras vidas

Mi Cicerón, ¡cómo aprendemos de ti!

Una niña hermosa en otras tierras

¡Sí, quiero ser tu esposa!

¡Nos fuimos de viaje!

Hermoso momento familiar

¡Lo logrè!




Comentarios

Anónimo dijo…
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

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Cómo perder a una vecina gracias a un caldero

En junio de 2012 decidí que era hora de mudarme. A mi nuevo hogar me llevé mis sueños, metas y a mi gran amor para construir una familia. Toda mudanza trae consigo traumas, ajustes y aprendizajes. También, uno analiza las carencias que tiene y empieza a proyectarse a ver cómo se resuelven. La cocina y sus accesorios fueron unos de esos grandes retos domésticos que tuvimos que enfrentar. Y digo tuvimos, porque realmente es mi pareja la que cocina diariamente (lo disfruta mucho y ciertamente yo me aprovecho de eso). Yo lo hago en pocas ocasiones. Entre mis primeras carencias estaba un caldero . Venezolano que se respete tiene uno e incluso varios de diferentes tamaños. Allí preparamos comidas que por lo general llevan una cocción particular o para freír algunas cosas como tajadas (plátanos en rodajas fritos). El hecho es que quería hacer mi primer asado negro . Es una de mis comidas favoritas. Compré todo los ingredientes, pero me di cuenta que no tenía cómo cocinarlo. A