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(Lo Interno) La tortura de buscar un empleo nuevo


En esta tierra, quien por cualquier motivo debe buscar un empleo, entra en una especie de tortura china. Y si está urgido, va a tener que colmarse de paciencia, porque tendrá que vivir muchas penurias.

Sólo comentaré tres de ellas.

En una era tecnológica cada vez más acelerada y moderna, en nuestro país el método favorito de selección de personal capacitado es la “palanca”. En ocasiones no vale si eres un profesional o si tienes experiencia en el área vacante, lo que realmente vale es “por parte de qué pana vienes” o “quién te hizo la segunda”.

Otra situación, es la negación rotunda de algunas empresas de cambiar viejos paradigmas: el esquema de la carpetica o el currículum impreso.

En la actualidad existen diversas formas para que las empresas obtengan de manera digitalizada bases de datos de candidatos a un puesto de trabajo. Hay dos muy utilizadas, la planilla a través de la página de la organización o por un sitio web que ofrezca este servicio.

Pues no, para las compañías es más fácil tener pilas de papel que serán en un futuro hojas de reciclaje. He llegado a pensar que muchos de esos lugares forman parte de un plan macabro para acabar con el Amazonas.

Este material también sirve para entretener de alguna manera al personal de Recursos Humanos y así no pasen horas sin hacer nada, sino que estarán ocupados burlando o buceándose a los aspirantes.

Finalmente tenemos el caso de la planillita. La persona, cargada de ilusiones, se dispone a inscribirse en algún sitio web de empleo. Al estar completando los espacios, se encuentra con preguntas absurdas u opciones ilógicas. Te piden datos hasta de tu abuelita que lleva años bajo tierra y si no lo llenas no puedes avanzar. Con calma buscas la información y respondes. Luego de cinco horas por fin terminas tu CV virtual, extenuado. Y te dices: “uno por día basta”

Lo bueno de este querido país, es que mientras podrás dedicarte a la buhonería o economía informal.

¡Paciencia señoorrrrrrrrr!

Seguiremos en la “lucha por la locha”.

>Fotografía tomada de: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4CcclyYhneLb4s0CotJC1bUH3G1HN2nijziuMBSEZDn0PGhWw8qmvEEIEMqkxax-4yGEDHwg9Y0VQLPcdyP63S_un9vd6yvqBuzIKpE9PoY7MzhRHUEfd7rFovnlRAxaDayssAw1ao9d4/s400/empleo.gif

Comentarios

Anónimo dijo…
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Anónimo dijo…
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Anónimo dijo…
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Anónimo dijo…
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En junio de 2012 decidí que era hora de mudarme. A mi nuevo hogar me llevé mis sueños, metas y a mi gran amor para construir una familia. Toda mudanza trae consigo traumas, ajustes y aprendizajes. También, uno analiza las carencias que tiene y empieza a proyectarse a ver cómo se resuelven. La cocina y sus accesorios fueron unos de esos grandes retos domésticos que tuvimos que enfrentar. Y digo tuvimos, porque realmente es mi pareja la que cocina diariamente (lo disfruta mucho y ciertamente yo me aprovecho de eso). Yo lo hago en pocas ocasiones. Entre mis primeras carencias estaba un caldero . Venezolano que se respete tiene uno e incluso varios de diferentes tamaños. Allí preparamos comidas que por lo general llevan una cocción particular o para freír algunas cosas como tajadas (plátanos en rodajas fritos). El hecho es que quería hacer mi primer asado negro . Es una de mis comidas favoritas. Compré todo los ingredientes, pero me di cuenta que no tenía cómo cocinarlo. A